viernes, 14 de enero de 2011

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luLUluLU
Laralá. Música. La vida me resbala por el cuerpo y se agarra a mis curvas tratando de no caer, de no morir aplastada sobre un suelo mojado y frío que todo el mundo desprecia. ¿Me utiliza? Sus pequeñas manitas se hincan en mi carne y me rasgan de pecho a rodillas, preguntándome quiénes son. ¿Por qué unas manos de una vida sin dueño y sin sueños se aferran de esa manera tan agresiva a mi piel? La desgarran intentando que salve esa “vida”, por la que no puedo sino sentir un cierto aprecio. A veces me retuerzo de dolor y pienso en golpearla hasta desprenderla, pero nunca llego a hacerlo…Al final siempre encuentro en ella algo que me obliga a agarrarla de nuevo. Si no son sus ojos de bebé mimoso son sus manos de dedos cortos y regordetes. Siempre igual, cada vez que quiero deshacerme de ella me enseña algo nuevo. Y bueno, qué se le va a hacer, a otros tenerla ahí amarrada no les molesta, cuestión de suerte, no lo sienten, o igual es que soy la única que tiene una otra. Una que no es mía. Sí, puede que sea eso. Igual si fuera mía (o yo fuera de ella) sería como cualquier lunar de mi cuerpo. Pero ¡qué coño! Los lunares me aburren, siempre ahí, mirándome con la misma cara todos los días. No quiero un lunar, prefiero esta otra. Laaaalal. Ya no sé si canto yo o canta ella, o igual solo es Manu Chao de fondo. Solo sé que bailamos, y ella se contagia de mi ritmo y me mueve para enseñarme nuevos movimientos. Bésame, me dice. La miro aterrada. ¿Cómo voy a…?, pregunto, estúpida(y pequeña). Hazlo. No quiero hacerlo, le digo. De repente es demasiado grande, y agresiva, y, y… la carita mofletuda ha desaparecido para dejar paso a una lengua que recorre mi piel de principio a fin, aunque a veces muerde tan fuerte que siento, una vez más, la necesidad de MATARLA. Pero la lengua sustituye al mordisco y mi baile se armoniza, de forma que la lengua(¿es una lengua?. O bueno, lo que coño quiera que sea) y yo bailamos rozándonos hasta que me muerde, y paramos, y bailamos. Y así hasta que uno de los dos muera y, con ello, mate al otro.